Remedios naturales para aliviar el dolor de cabeza

Agua

Esta debería ser tu primera línea de defensa contra cualquier dolor de cabeza. La falta de hidratación en el cuerpo hace que los vasos sanguíneos se estrechen y se reduce el flujo de oxígeno y sangre al cerebro, lo que puede causar dolor de cabeza. Si efectivamente este es el origen del dolor de cabeza, puedes aliviar los síntomas rápidamente bebiendo uno o dos vasos de agua.

Aceite de albahaca

Dado que muchos dolores de cabeza son provocados ​​por la tensión y el estrés muscular, un relajante muscular puede ser muy eficaz para aliviar este tipo de afecciones. El extracto de albahaca tiene propiedades relajantes musculares, y cuando las hojas de albahaca se sumergen en un té o se mastican, se pueden aliviar los dolores de cabeza de leves a moderados. Puedes esparcir aceite puro de albahaca para efectos similares.

Clavos de olor

Dado que tienen un efecto calmante bien conocido, el aceite de clavo se inhala a menudo o se aplica como una pasta en la parte posterior del cuello o las sienes para el alivio rápido de dolores de cabeza. No son los más agradables para comer, pero algunas personas eligen aplastarlos en varios alimentos para efectos similares. El éxito de este remedio se debe a los agentes antiinflamatorios naturales del clavo, los flavonoides, que afectan el cuerpo a través de la aplicación tópica o la inhalación.

Manzanas

El aroma de las manzanas es una de las formas más extrañas de reducir el dolor de cabeza, pero el sentido olfativo es poderoso, y numerosos estudios han demostrado que este aroma específico reduce rápidamente el malestar asociado con los dolores de cabeza

Romero

El componente clave en el romero, que le da muchos de sus atributos, es el ácido rosmarínico, que tiene efectos antiinflamatorios. Al moler hojas de romero y hojas de salvia en polvo, puedes infusionar un té de hierbas. Bebe esto una o dos veces al día para prevenir migrañas y dolores de cabeza por tensión, o tómalo en mayor cantidad mientras padeces los síntomas.

Compresas frías y calientes

Hay una discusión en cuanto a qué compresa tiene el mayor efecto, pero la mayoría de las personas tienden a elegir la compresa fría. Aplícala a la parte posterior del cuello o la frente. El frío reducirá la inflamación y la temperatura, y también disminuirá y enfriará el bombeo de sangre que puede causar dolor punzante en las áreas afectadas.

Las compresas calientes también pueden propagar la inflamación y el calor a través de toda la cabeza y estimular la sangre recién bombeada hacia las áreas calentadas, lo que permite que el oxígeno alivie la tensión de los músculos. Ambas opciones sirven; elige la que mejor funcione para ti.